De amores
He querido hablarte del amor pero he estado agobiada viviendo esta vida, siguiendo el ritmo del tiempo y ocupando espacios en el espacio. En cualquier caso, no me desvelo: aún encuentro tu mano mientras apuro mi sueño aún me veo en tus ojos antes y después de cada madrugada y todavía escucho a un lado tus pasos mientras corremos para no quedarnos quietos. Y eso basta para entendernos. Ni palabras ni versos ni promesas. Seguimos labrando codo a codo un paraíso para esas risas infantiles que irrumpen e interrumpen esta mágica rutina de amores.